El mal comportamiento y las conductas desafiantes, por parte de los menores de edad, son problemas cada vez más habituales en muchas familias. Cada vez más hogares tienen problemas de conducta con niños, niñas y jóvenes, fracaso escolar, comportamiento agresivo, problemas de alimentación, desobediencia, adicción a las nuevas tecnologías y otros problemas de conducta graves en la adolescencia y en la juventud que pueden derivar en comportamientos violentos y delictivos.
Algunas conductas inadecuadas aparecen durante el desarrollo de manera natural y son propias, y necesarias, en determinadas edades. No obstante la generalización y el mantenimiento de determinadas conductas pueden significar la existencia de un trastorno del comportamiento.